2007-12-20

Shikoku, la tierra de udon y ríos salvajes

Shikoku, una de las cuatro islas que forman Japón, es quizás junto con Hokkaido la menos visitada por los extranjeros. Sin duda, Tokio con su bulliciosa vida nocturna, Kansai con Kioto, Nara y Himeiji ofrecen mucha más diversión y cultura; al contrario que Shikoku, con sus 88 templos esparcidos por toda la isla, entre los cuales se deslizan silenciosamente los peregrinos andantes con sus grandes bastones y amplios, cónicos sombreros blancos.

Aún así, Shikoku merece una visita algo más larga para relajarse y conocer un Japón rural, hospitalario y tranquilo.

La mejor manera de alcanzar la isla es cruzando los puentes de Seto hasta Takamtsu y de Awajishima. Si se viaja en coche (siempre la mejor manera de visitar Shikoku) hay que pagar el peaje en ambos puentes, aunque este último es más barato.

Desafortunadamente, el pequeño hipoctopus tan sólo tuvo unos tres días para explorar la isla, de modo que su visita-relámpago le permitió ver poco más que cuatro sitios, pero por toda la isla: el Valle de Iya, Katsura-hama cerca de Kochi, Matsuyama con su famoso Dogo onsen, y el cercano parque nacional de Ishizuchi, el pintoresco pueblo de Uchiko, para finalmente embarcar en el ferry hasta Beppu, Kyushu, en Yawatahama.

La isla de Shikoku
En algún lugar en Shikoku

La isla de Shikoku, Japan
Tokushima

La isla de Shikoku
Japón rural

La isla de Shikoku
El valle de Iya

La isla de Shikoku
Otra vez en algún lugar en Shikoku

La isla de Shikoku
Entre Tokushima y Kochi

La isla de Shikoku