El pintoresco valle de Iya se encuentra en el oeste de la prefectura de Tokushima y es uno de los lugares más escondidos de Japón; seguramente muchos de sus habitantes nunca han intercambiado ni una palabra con un gaijin. La carretera desde Tokushima serpentea a lo largo de los verdes campos de arroz, casas tradicionales, cruzando los puentes y los lechos de los ríos todavía en su estado natural. El destino de nuestro viaje es el puente colgante de lianas -Oku Iya Kazura -bashi en Higashi Iya. La iluminación nocturna sólo trae a la mente la imagen perfecta del País de Nunca-Jamás de Peter Pan... Tan sólo faltan las diminutas hadas molestando alegremente a los viajeros.
Hacen falta por los menos dos días para visitar el valle y todo lo que puede ofrecer: las gargantas de Oboke y Koboke, los pequeños pueblos con casas tradicionales con los mismos nombres, la subida al Tsurugi san o bajada por el río en una piragua. Los que de verdad quieren conocer la vida del antiguo Japón y estar más cerca de la naturaleza y el Japón rural pueden juntarse al proyecto Chiiori empezado por Alex Kerr, el autor del libro Lost Japan, en los años setenta.
El puente Kazura
2007-12-20
Valle de Iya unido por los puentes de lianas
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