El templo de los toris (puertas de los templos sintoistas) es uno mis lugares favoritos en Kioto y una visita obligada para cualquiera. Un poco alejado del centro de la cuidad, escondido en una colina entre los bosques y los altos bambúes, es una agradable excursión de medio día, sobre todo en bici.
La entrada del santuario está vigilada por unas enormes esculturas de piedra de los zorros –símbolos de la misteriosa diosa Inari, que a medida que la fuerza de la agricultura se iba perdiendo, se convirtió en la patrona y la garante de una buena cosecha-.
Fushimi Inari fue construido en el siglo VIII en honor a los dioses del arroz y el sake y es uno de los más venerados en Japón. Se estima que existen unos 30.000 mil templos de Inari, esparcidos por todo el país.
El santuario, que incluye cinco santuarios, se extiende por la cuesta del Monte Inari y alberga cuatro kilómetros de camino de toris rojos que serpentean por la ladera del monte, desvelando unos pequeños santuarios esparcidos al azar por el camino, siempre bajo la alerta mirada de los numerosos zorros de piedra. Este animal es considerado el mensajero de la diosa de los cereales, Inari, y es un ser un tanto misterioso y sagrado dentro de la cultura japonesa. La llave que guarda en su boca es supuestamente la del granero de arroz.
Mi momento favorito para visitar el templo es al atardecer, cuando el sol poniente hace brillar el rojo lacado de los toris, los faroles se van encendiendo iluminando los túneles de toris y envolviéndolos en una luz rojiza que da la increíble sensación de viajar a algún sitio irreal, escondido bajo la realidad.
El día 8 de noviembre se celebra en Fushimi, la fiesta de fuego, donde enormes hogueras en forma de altares atraen a los seguidores del shinto. Por desgracia, el pequeño hipoctopus no pedaleó lo suficientemente rápido y llegó cuando ya no había ni una llama del tamaño de una cerilla. Aún así, esperó pacientemente hasta el atardecer para escuchar los cantos de los monjes acompañados de flautas y varios instrumentos tradicionales cuyos nombres, por supuesto, desconoce. Fue un espectáculo maravilloso, muy evocador y tranquilo, perfecto para sumergirse en la meditación o simplemente olvidar el mundo alrededor.
2007-11-18
Fushimi Inari Taisha
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1 comentarios:
Hola, Martutxi, soy Mikel otra vez.
¿No se puede poner un párrafo y una foto, otro párrafo y otra foto, y así? Es un poco más fácil de entender si vas viendo las fotos a medida que lees el texto, y también más "apetecible". Si te conectas al blog y te encuentras con 3 ó 4 párrafos todos de golpe te da un poco de pereza leerlos todos seguidos.
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